22 dic 2007

Mes entrées

Hace 20 meses empecé. Poco después, mi familia se unió a esto que más que catarsis, queremos que sea una manera de enseñar al mundo nuestras... "enseñanzas". Digamos que no queremos que la gente pase por las mismas tonterías.

Sin embargo, por un problema estructural, muchos de mis primeros posts aparecen firmados por mi hermana Penelope Fortuna. Bah! A ella esta popularidad le ha servido bastante (...espero), lo que no es molestia. Pero siempre existe ese celo de saber qué es de qué, quién hizo qué y quién escribió qué... Por muy malito que lo escrito sea. Qué le vamos a hacer. Soy una Fortuna.

Este fue el segundo post....

sábado, abril 22, 2006

La
última tentación


Todas las mujeres tenemos el mismo miedo. Ser la que escogen al último para
el baile. Ser la que se quede solterona y cuidando a los niños de las demás
amigas.

No es sentido de competencia. Bueno, al menos no reconocido. Es el terror a
quedarse sola, quedada, olvidada, destrozada y...virgen. Al menos eso ya no
pasó, pero todas las anteriores ¿qué tal que si?

Un sueño recurrente de todas, de la mayoría, al menos, es estar en un
baile. De esas fiestas que avientan en la secundaria. Todas muy bonitas, todas
muy arregladitas. Todas muy emperifolladas y perfumadas. Mi amiga Norma está
baile que baile con un galán de a dos varos... pero galán al fin. Por allá veo a
mi otra amiga, "la Totis", fea como pegarle a Jesús en Viernes Santo. Baila con
el Juan. ¡Qué guapo el Juan!... ¡Qué fea la Totis! Pero vele las piernas. ¡Qué
chulas sus piernas de la Totis! Y qué fácil es toda ella.

En el centro veo a Cinthya. ¿Quién le pone a una hija Cinthya sin tener
expectativas de macarla para toda la vida? Bueno, ahí anda Cinthya. Como con
5... No, como con 8. ¡Qué bonita la Cinthya! De esas bonitas que te dan envidia
pero te la callas para ti.

Yo me ando fije y fije pero no me fijo en que en mí nadie se fija. Yo,
sentada, con mi faldota que parece de celofán. Esos bailes de la secundaria.
Solita. Nadie me voltea a ver. Y todas, desde las más feas, hasta las más cojas,
ahí: baile que baile. Me pongo roja. No de la pena, sino del coraje porque nadie
me saca a bailar.

Y pasan las canciones, y se cansa la banda, se echa un refresquito, y
regresa a tocar. Y yo sigo en mi sillita, de esas acojinadas, "no me vaya a
cansar de tanto no bailar", pienso para mí. La desesperación sigue, y el calor
de los demás cuerpos bailando me empieza a sacar de juicio. En eso, me
paro...¡qué más da! Y empiezo a bailar. Solita, solita.

Me ven, sé que me ven. Tal vez si me ven, alguien se anime a echarse un
rock and roll conmigo. Nadie se acerca, antes bien se van haciendo más
chiquitos. Y las sonrisotas... ¡Ay! ¡Qué bonitas sonrisotas!... No son conmigo,
son de mí. Pero qué importa. A mi nadie me saca a bailar pero yo si traigo
ganas.

2 comentarios:

Dr.Marbolius Kempka dijo...

1ero. Ese post es buenisimo.

2ndo. TODOS sabemos cuando un post lo haces tu,tu estilo es unico.

Saludos Señorita

Unknown dijo...

Yo te saco a bailar.

Bailamos?


Abrazos y besos.